Fue para mí un privilegio compartir mesa
con Juan Ballester, Mª José
Pastor y Rafael Correcher que disertaron sobre diversos aspectos
de la muerte, como también ha sido un regalo
escuchar a la
actriz Sara Juarez miembro de
Concilyarte que nos ha leído un
poema de Nikos Kavadias para iniciar
estas jornadas.
Cuando he comentado con
algunas personas la preparación de
unas jornadas sobre la muerte, había una primera reacción de
estupor. Bueno, la idea de estas jornadas surgieron tras el recital “El
sentimiento de la realidad” en el que
intervinieron varios poetas, entre ellos, Vicente
Gallego recién llegado de un congreso
sobre la muerte que nos comentó algunos aspectos de su experiencia. Mila Villanueva, presidenta de
Concilyarte, con su
acostumbrada clarividencia
vio que era un tema con suficiente arraigo en la
cultura de todas las
sociedades como para dedicarle al
menos dos días, aunque daría para llenar
muchos más.
La muerte es la única certeza
que tiene el ser humano, ni siquiera el nacimiento es cierto pues de ello depende una
serie de circunstancias que dan paso a
un ser vivo, con lo que a veces
uno tiene la impresión que es
una suerte haber nacido. Sin embargo la muerte no
depende más que del tiempo. Juan Gil-Albert afirma
en su “Breviarum vitae” : Suprimid
la muerte de nuestro horizonte y la sensación de un vacío insoportable nos sobrecoge;
reponedla en su lugar y cada
segundo se nos llena de nuevo de
angustia, de placer, de deseos. En una palabra: de vida”. El ser humano ha llegado a
aceptar con dignidad la muerte, pero no el malogro de sus ansias, morir se comprende, pero haber
nacido para fracasar repugna a la
razón.
Por eso quizás tratamos de ignorar
la
muerte cuando hablamos de ella
por medio de eufemismos
como: la otra vida, la otra
cara de la vida, la
otra orilla, el sueño eterno o
la dama
de negro, y materialmente maquillamos el rostro de la muerte
y la contemplamos a través de un
cristal en los modernos
tanatorios. Sin embargo,
en el discurso coloquial
la nombramos continuamente
sin inmutarnos, por ejemplo decimos: “
me muero
de pena”, me matas de risa, me
muero de hambre, yo misma cuando me dicen algo
inesperado que me asombra
exclamo: me has dejado
muerta. Hay miradas que
matan y tiempos muertos; en tauromaquia se habla de la suerte
de matar. Es decir la vida y la muerte están íntimamente unidas en el lenguaje como decía Alejandra Pizarnik: “Me pruebo en el lenguaje donde compruebo el peso de mis muertos”.
Y es que
cuando se pierde a un ser cercano y querido hay un punto de inflexión
en todos nosotros que influye en la manera de
afrontar el futuro y en el modo de
expresarnos verbalmente.
Bien, pues a través
del lenguaje vamos a tener la
posibilidad de escuchar diferentes puntos
de vista sobre la muerte, en primer lugar Juan Ballester nos hablará de la Muerte
y la ley. Juan Ballester es abogado, desempeña su labor profesional como Registrador de la
propiedad, y además es un escritor de éxito como ha
demostrado al ganar el premio de la
crítica valenciana con su
novela “El efecto Star Lux”. A Juan
Ballester empecé a
conocerle primero leyendo entre líneas su novela porque solo la
ficción es fiel a la realidad y más tarde le conocí personalmente en Peñíscola, en valencia nos
hemos visto un par de veces y me
arriesgo a afirmar
sin temor a equivocarme que
Juan mira a la muerte de frente convencido como decía
Borges que “ la muerte es una vida vivida y
la vida una muerte que viene” y
que sin preguntarse cómo ni cuándo ni qué viene después, vive intensamente cumpliendo así el destino del
ser humano, según la ética y la
estética que no es otra cosa que buscar la felicidad en
todo cuanto hace. La ventaja de
ser así es que contagia a los que le conocemos una vitalidad extraordinaria.
Mª José Pastor es Médico analista
y poeta, miembro de la
junta directiva de CLAVE y de Concilyarte,
pertenece a la asociación El sueño del búho y Amigos de la poesía, es autora de un libro de poesía titulado “Esporas
de cordura” y tiene obra
publicada en diversas antologías como la de El
sueño del búho y
Poemario. Como no podía
ser de otra manera su ponencia se titula “Poemas
de la muerte celular”
M. José posee una habilidad asombrosa para ver el doble
sentido de las cosas a través del lenguaje, Puede que
realizar su trabajo observando por el microscopio la vida en pequeñas
diócesis le haya dotado a lo
largo de su
experiencia profesional de una
visión tan especial y tan llena de ironía que asombra a
todos cuanto tenemos la
suerte de compartir mesa y tertulia con
ella. Por eso creo que si las células fueran poetas dirían lo que
esta tarde vamos a escuchar en la voz
de M José Pastor.
Rafael
Correcher también pertenece a la junta directiva de Concilyarte, es Diplomado en
relaciones laborales, trabaja como asesor fiscal y es poeta. Lo que le convierte en un
funámbulo entre cifras y
metáforas que le obliga a veces a
saltar al vacío por medio de
la literatura. Rafael logra el equilibrio con “Azul de los lápices” y gana el premio de poesía Cesar Simón el año 2008 y su obra
está antologada en diversas antologías
como Polimnia 222, por “Donde pasa la poesía” y Poemario.
En
junio de 2009 participó en la exposición “Artistas por la Declaración Universal
de Derechos Humanos” realizada en el Café Galería de Valencia.
Ha participado también en diversos recitales y ha realizado charlas sobre poesía en Institutos de ESO y Escuelas para Adultos.
Ha participado también en diversos recitales y ha realizado charlas sobre poesía en Institutos de ESO y Escuelas para Adultos.
Recientemente ha
sido finalista del Premio
de poesía Ciudad
de Badajoz y del Loewe.
Rafael Correcher nos hablará
de “Miguel Hernández, amor,
solidaridad y trascendencia”
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