En la foto Ana Añón en plena danza acompañando la presentación con los músicos July y Regina, flauta de pico y chello, respectivamente. |
PLOMO, PAPILAS, PLUMA.
El libro que hoy presentamos Plomo, papilas, pluma de Mª
José Pastor es un libro con una estética
muy trabajada, yo diría, especialmente cuidada tanto en el formato como en el
contenido. Las imágenes de Pompeo Devicenti sugieren unas, o confirman otras, la idea que la autora
desarrolla a partir de la palabra. Víctor que es como yo conozco a Pompeo, ha sabido captar el mensaje
lingüístico para traducirlo en imágenes
tan poéticas como simbólicas. El péndulo en movimiento ya presente en la
portada y que se repite en varias páginas, nos introduce en el concepto de
inercia que rige el peso y la tensión de
los cuerpos en el universo. Así cuerpo y lenguaje, materia finita y escritura
perenne se muestran ante los ojos del lector envueltos en afirmaciones como: “Bodas de las imágenes/ bajo tu lupa
atenta”.
Ya el titulo del libro: “Plomo, papilas, pluma” nos
anuncia la contundencia del lenguaje como dice en el poema 1: “Te pesan las palabras caracolas/ que
acogen en su seno lastre viejo”, y ahí están las papilas que nos permiten
percibir ese "anhelo de miel
abrazo". Y también pluma en el doble sentido de escritura y levedad,
porque la escritura "desde la
cuarta vértebra” - nos dice la autora- “alzas
tu cuerpo alcanzas el abrazo volátil/ laxo nudo de anhelo".
M. José Pastor esta acostumbrada a ver el universo humano
a través del microscopio y estoy convencida de que esta circunstancia ha
influido de manera considerable a la hora de expresarse como poeta. M. José
eleva el lenguaje corporal si es preciso
la hasta la subversión. Lo que el
ojo humano no percibe, ella lo maneja de manera cotidiana, ese universo de
materia se expande en lo oculto y ella transgrede el misterio para escribirlo. No es fácil llegar a la libertad sin romper
moldes para hacer como dice en el poema
4: "piruetas de vértigo en el aire inyectadas".
Como dice en el prólogo Rosa M. Rodríguez Magda, este
poemario se inscribe dentro de lo que se llama "escrituras del
cuerpo" corriente filosófica que adquiere una dimensión especial en
autoras como Helen Cixous y Julia Kristeva, entre otras, autoras que M. José
Pastor conoce a la perfección. Fruto de
ese conocimiento se vierte en esta obra donde la poeta atraviesa la barrera del
lenguaje para expresarse de manera innovadora en el poemario que hoy presentamos.
Hace muchos años intervine en una encuesta de la universidad de Valencia y la primera
pregunta era: ¿que es para usted el cuerpo? a lo que respondí: " la máquina
mas perfecta.
La encuestadora me dijo:¿se refiere al cuerpo humano? “Naturalmente”,
le respondí. Y entonces me dijo la joven que era curioso que la mayoría de las personas encuestadas pensaran siempre
en el cuerpo humano cuando hay otros cuerpos, como el cuerpo negro en física,
el cuerpo algebraico en matemáticas, el
cuerpo social, el cuerpo jurídico o el cuerpo de un libro, entre otros.
La expresión científico-descriptiva de la sacralidad del
cuerpo humano se traduce en la visión microcósmica del mismo: “el cuerpo humano
es todo un mundo en pequeño”.
Bien, pues el
cuerpo de este libro aglutina todos los cuerpos que acabo de mencionar. El
cuerpo de la mujer encierra matrices
algebraicas, tiene la propiedad física de que estando en la oscuridad durante siglos
ha sido capaz de iluminar al cuerpo social alimentando a otro y se ha reescrito
una y otra vez. Muy bien lo expresa el poema 13: “Tantos siglos de tiempo silenciado/ de mujer de lo oculto de lo otro/
Tantos siglos de verbos tan ajenos/ dibujando siluetas ideales/ Tantos siglos
de libros sin tu voz/ rubricados en vano sin tu pulso/ Surcarán tus palabras el
terreno/ de tu piel donde prenda tu semilla/ Escribirás tu cuerpo mestizaje/ de
tejidos y textos en abrazos”. Creo que no se puede explicar mejor el camino
recorrido por la mujer.
Plomo, papilas pluma es
un libro arriesgado, no deja indiferente a nadie, las palabras caen sobre el
lector como fragmentos de luz, no existe una sola coma en el texto, sin embargo
el mensaje brota como savia entre dos pieles porque como dice el
poema 20: “Entre una y otra piel/ caben
miles de estrellas/ esferas diminutas/ y flores que el aliento/ deposita en el
aire”. De lo íntimo a lo universal transcurre el discurso de M. José Pastor,
desde lo carnal hasta lo filosófico, desde lo cotidiano a lo sublime. La
palabra ruge como dice en el poema 31, en esa espiral que es la propia vida.
Voy a terminar mi intervención con dos versos del poema 35 que condensan el
verdadero ser de la escritora que hoy nos acompaña: “Porque te hierve la tinta entre los poros/ sobre tu cuerpo navega la escritura”.
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